25.9.08

Bonneville: velocidad terminal













“No veo nada. Tengo los ojos llenos de sal y casi no puedo abrirlos. Agito convulsivamente los párpados intentando eliminar la solución salina que quema mis globos oculares. Estamos a 45º C y el sol golpea implacablemente sobre mi nuca. Estoy cociéndome dentro de mi Dainese y el sudor que cae a chorros por mi espalda ya está empapándome hasta las botas. Mi jefe de equipo Dave Morris ve que estoy en apuros, humedece una toalla de agua helada y me la coloca alrededor de los hombros, pero casi no noto la diferencia. Cuando empiezo a recuperar la visión, el indicador de temperatura de la Honda marca 115º y el hot-rod de metanol que hay a mi lado está emanando gases ácidos en mi cara. ‘Intenta controlar la respiración’, pienso, ‘toma aire por la nariz y échalo por la boca. Concéntrate en las 6 millas que tienes por delante e ignora las chispas que saltan ante tu vista’. ‘Ok, moto 1143, es su turno, ¡Adelante!’, grita el juez de salida a través de sus auriculares dirigiéndose hacia mí con el pulgar hacia arriba. Pongo primera en la CBR y hago patinar la rueda trasera en las tres primeras marchas al arrancar sobre la legendaria superficie de Bonneville. En ese momento, todo el calor y el sufrimiento se olvidan al instante, ¡Vamos a establecer un nuevo récord del mundo!”. (John Cantlie, revista TWO wheels only)

Alcanzar más de 400 km/h sobre una moto es posible... por lo menos para los amantes de los récords puros de velocidad. El estado de Utah, al suroeste de EE.UU, es conocido por las llanuras salinas de Bonneville, consideradas por muchos como la meca de la velocidad. Hasta allí llegan entusiastas de todo el planeta para llevar sus máquinas al límite de rendimiento. Las primeras carreras se celebraron en 1949 y desde entonces ya han caído varios récords mundiales en esta vasta extensión de terreno, de aspecto lunar, donde pega el sol a dolor y hay un suelo más duro y áspero que el asfalto. Lo único que ves es el blanco de la sal, el azul del cielo, las montañas en el infinito y la suave curvatura de la tierra perdiéndose en el horizonte.
Hay dos semi-pistas que corren casi paralelas una la lado de la otra. Cada una tiene 1,6 km de calentamiento, después 5/10 km para correr (dependiendo de la potencia de la máquina se elige la pista corta o la larga) y finalmente 1,6 km más para decelerar.

Aquí se celebran 3 eventos anuales: Speed Week (agosto), World of Speed (septiembre) y World Finals (octubre). Cualquier cosa con motor y ruedas puede participar en las casi 30 categorías que posee. El año pasado, un equipo de Oviedo (apoyado por el Motoclub Bañezano y capitaneado por Pepín San Millán y Agustín Fernández) probó suerte con una BSA 500 en la categoría de 500 cc con distribución por varillas.
Aparte de todo esto, lo mejor de todo es que desde hace 5 años en septiembre se viene corriendo la Bub Motorcycle Speed Trials, un evento de velocidad exclusivo para motos... y sucedáneos, claro. Se corren 6 categorías: motos, sidecars, cyclecars, especiales, streamliners y eléctricos. Para que los récords de velocidad sean oficiales hay que hacer dos pasadas a la pista, ida y vuelta.

Correr sobre la sal es todo un desafío: aerodinámica, agarre, rendimiento (los motores sufren por la falta de oxígeno ya que Bonneville está a 1.200 m sobre el mar), viento... son elementos clave para llevar a buen puerto el desafío. Además del lago salado de Bonneville, el más prestigioso, hay otros escenarios en los que probar engendros mecánicos al máximo: el Lago salado de Gairdner (Australia) o los desiertos de Black Rock (Nevada) y Edwards AFB (California).

16.9.08

¿Bici-moto o moto-bici?







Un homenaje a ciertas motocicletas míticas puede realizarse, casi, sobre cualquier cosa. La marca americana de bicicletas FELT, fundada por Jim Felt, es una muestra de ello. Este ex-mecánico de motocross que trabajó para las cuatro marcas japonesas y se hizo famoso por los chasis del piloto Johnny O’Mara (“The O-Show”) en la década de los 80, decidió pasarse a las bicis fabricando sus propios cuadros de bici. Primero trabajando con Easton Sports, desde 1994 asociado a Answer Products y desde 2001 como empresa independiente, este brillante técnico ha conseguido realizar una prestigiosa gama de bicicletas de calle y competición digna de encomio. Entre sus 12 gamas actuales, se encuentra la CRUISER, compuesta por una treintena de originales modelos inspirados en motos antiguas.

Como muestra, estas tres: Chief (basada en la Indian Chief de 1947), Vintage Iron Pursang (Bultaco Pursang MK10 de motocross de 1977) y Vintage Iron Bolt (como la Yamaha YZR 500 OW48 con la que Kenny Roberts ganó el Mundial de 500 en 1978, 79 y 80). Las hay de Triumph, militares, chopper, surferas... Seguro que pesan un huevo, pero pasear con esta estética por la ciudad tiene su aquel...

1.9.08

Fender Stratocaster Harley






Dos iconos clásicos de la cultura americana se han unido de nuevo. Fender, la reconocida firma americana de guitarras fundada allá por 1940, ha creado tres unidades especiales de su emblemática Stratocaster para conmemorar el 105 aniversario de Harley-Davidson. De todos es sabido lo que les gusta a los americanos eso de establecer alianzas para dorarse la píldora mutuamente. Sólo hubiese faltado que Coca-Cola hubiera puesto una pegata o algo así. Por ello, la que para muchos es la mejor guitarra eléctrica del mundo (creada en 1954) junto a la marca de motos más reconocida de la historia es lo máximo que se puede pedir. De todas formas, esta es la segunda colaboración Fender-Harley, pues en 1993 lanzaron otra guitarra con motivo del 90 Aniversario.

El cromo y el negro predominan en estas guitarras, concebidas por Scott Buehl en el departamento de customización de Fender. Las guitarras incorporan detalles como los inlays en negro con el logotipo de Harley, el cual también se encuentra en el clavijero y en la chapa trasera del mástil, donde lleva el nº de serie. Una ha sido donada al museo Harley-Davidson en Milwaukee y otra ha ido a parar al Fender Museum en Corona, CA. La tercera, fue donada a la Asociación de Distrofia Muscular, a modo de subasta para recaudar beneficios. Esta subasta comenzó en 7.500 $ y a saber dónde acabó...