Con 'Paquito', me refiero al protagonista del inmortal pasodoble que compuso el músico Gustavo Pascual Falcó en 1937, y que en este 2007 ha cumplido 70 años. Natural de Cocentaina (Alicante), Gustavo concibió el pasodoble con el único objetivo de acompañar las fiestas de moros y cristianos. Ahora, después de tanto tiempo, se ha convertido en indispensable en cualquier fiesta popular o evento “típical ispanish”. De hecho, al igual que sucediera con canciones como Macarena (1996) de los sevillanos Los del Río, Paquito el chocolatero es como la Coca-Cola: goza de un éxito mundial, todo el mundo la conoce y tiene miles de versiones por todo planeta.
Un día, el compositor mostró a su cuñado algunas de sus últimas composiciones y le invitó a escoger la que más le gustase para dedicársela. De entre todas las obras, el cuñado (Francisco Pérez Molina) eligió un pasodoble y, según lo prometido, el autor lo tituló Paquito el chocolatero... A la noble y dulce labor de fabricar chocolate se había dedicado la familia de Consuelito Pérez Molina, esposa del compositor y hermana del célebre Paquito. Y tal como cuenta el hijo del autor, el oficio de sus abuelos dio el apodo a Paquito, a Consuelito y a su otra hermana, Paquita.
El autor del pasodoble murió en 1946 y su hijo, en su intento por recuperar la obra de su padre, sólo pudo conseguir el 50% de los derechos. El otro 50% es de una editora de música. Su padre introdujo el cambio de ritmo en las marchas moras, trayendo una nueva forma de acompañar al festero. Para las entradas invirtió el orden de los músicos: delante los instrumentos que se oyen menos y detrás los más fuertes. Una importante aportación a la música.
Un día, el compositor mostró a su cuñado algunas de sus últimas composiciones y le invitó a escoger la que más le gustase para dedicársela. De entre todas las obras, el cuñado (Francisco Pérez Molina) eligió un pasodoble y, según lo prometido, el autor lo tituló Paquito el chocolatero... A la noble y dulce labor de fabricar chocolate se había dedicado la familia de Consuelito Pérez Molina, esposa del compositor y hermana del célebre Paquito. Y tal como cuenta el hijo del autor, el oficio de sus abuelos dio el apodo a Paquito, a Consuelito y a su otra hermana, Paquita.
El autor del pasodoble murió en 1946 y su hijo, en su intento por recuperar la obra de su padre, sólo pudo conseguir el 50% de los derechos. El otro 50% es de una editora de música. Su padre introdujo el cambio de ritmo en las marchas moras, trayendo una nueva forma de acompañar al festero. Para las entradas invirtió el orden de los músicos: delante los instrumentos que se oyen menos y detrás los más fuertes. Una importante aportación a la música.
¡OLE, OLE Y OLE!
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