24.3.09

Los Grupo B: 4 años salvajes (1ª parte)












"Los rallies han llegado a tal punto, que el límite de velocidad es el borde de la carretera. Si a los pilotos se les da bien, no hay más que 2 o 3 segundos de diferencia por tramo. Esto quiere decir que el juez no es el coche, ni los neumáticos, ni los conductores; es la carretera. ¡Es imposible ir más rápido!" (Maurice Guaslard, responsable de Michelin en rallies, 1986)

La insulsa situación actual del Mundial de Rallies (Grupo A) con un binomio Citroën-Loeb sin competencia (Ford se come las sobras de vez en cuando) y con una parrilla más triste que un cumpleaños sin tarta, me hace recordar con nostalgia la época más bruta en la historia de los rallies: los GRUPO B (1983-1986). Todo deporte del motor tiene su época salvaje, la era F1 turbo (1977-88), las motos de 500cc 2T (1975-2001), las primeras SBK (1988-1993), las carreras de resistencia en los ’70... Sonidos gloriosos, bramidos únicos y tremendos abanicos de polvo sin electrónica, sin cambio secuencial, sin mentiras... siempre al límite.

Que la FISA (organizadora del campeonato, actualmente FIA) crease en 1983 el Grupo B dio carta blanca a los principales fabricantes de turismos de calle para crear obscenos protos disfrazados con una carrocería de kevlar. Hasta ese momento, la categoría más gorda era el Grupo 4 (habitáculo de 4 plazas y producción mínima de 400 unidades para ser homologado) y los últimos campeones “antiguos”, el Fiat 131 Abarth y el Opel Ascona. Los Grupo B sólo requerían de 200 unidades fabricadas para su homologación, mientras que con 20 unidades de calle, los equipos podían correr con versiones evolucionadas. El resto de restricciones, eran casi nulas: habitáculo biplaza, tracción integral (legal desde 1979), turbo-intercooler, motor central, chasis tubular… Por ello, y junto al apoyo oficial de las fábricas, los niveles de desarrollo de los coches se incrementaron a un ritmo demencial superando fácilmente los 400 CV.

Pilotos legendarios como Walter Röhrl, Miki Biasion o John Buffum y, por supuesto, el "clan de los finlandeses": Markku Alen, Juha Kankkunen, Hannu Mikkola, Timo Salonen, Henri Toivonen y Ari Vatanen estaban hechos de otra pasta. En cuanto a los galos, el siempre espectacular Jean Ragnotti (hombre Renault) y Michèle Mouton, la única mujer que ha triunfado en los rallies (4 victorias en dos años y Subcampeona del mundo 1982 con Audi Quattro) marcaron una época única e irrepetible. (+)

No hay comentarios: