(> continuación) KAWASAKI 450 RAID
La moto con la que Paco ha terminado el Dakar es una mezcla de cross, enduro y piezas propias por lo que más bien habría que hablar de prototipo: “He tardado dos años en hacerla y la conozco a la perfección. La base es una KX450F, pero con el motor de la KLX; el arranque eléctrico es fundamental. Lo más importante fue recolocar el filtro de aire en la parte de arriba para que no entrara polvo. El equipo argentino de Kawasaki tuvo muchos problemas por esto y tenían que cambiar pistón y válvulas cada noche, y el filtro cada 180 km porque el polvo entraba por todas partes; yo sólo lo limpiaba cada noche. Tampoco tuve que cambiar el líquido de frenos en todo el Dakar”.
La preparación de la moto fue realizada por él mismo (el motor por parte de Motocross Center) y hay apartados dignos de mención, como el depósito de gasolina trasero autoportante, el cubrecárter con depósitos de agua integrados, o el frontal de fibra de vidrio-vinilo irrompible… “El chasis de Kawasaki es el mejor que hay. La moto es muy manejable, ligerísima. El año que viene a lo mejor repito… ¡pero con un motor eléctrico y el chasis de la Kawasaki!”.
MOMENTOS...
Una carrera de dos semanas de duración por Argentina, Chile y Perú es capaz de depararte lo mejor y lo peor. La epopeya panamericana entre Buenos Aires y Lima ha cubierto más de 9.000 km entre especiales y enlaces…
“El mejor recuerdo fue cruzar las dunas de Perú. El cielo totalmente azul y la inmensidad de la arena ofrece unas sensaciones únicas… Te caes mucho pero no es peligroso. La arena de las dunas es como nieve y requiere de su propia técnica para afrontarlas con éxito, cargando todo el peso detrás.
El peor fue la debacle en la etapa del desierto de Atacama. Más de 30 participantes se quedaron allí y cuando llegué todo el mundo me pedía ayuda pero yo debía reservar fuerzas y seguir adelante si quería terminar. A 50º C y sin agua (mi moto padecía sobrecalentamiento y tuve que poner gastar la del camel-bag y los depósitos auxiliares) no pude ayudar a nadie. En otra ocasión me hundí en un río al poco de comenzar la especial, pero como conocía la moto a la perfección pude arreglarla y continuar en carrera”.
La moto con la que Paco ha terminado el Dakar es una mezcla de cross, enduro y piezas propias por lo que más bien habría que hablar de prototipo: “He tardado dos años en hacerla y la conozco a la perfección. La base es una KX450F, pero con el motor de la KLX; el arranque eléctrico es fundamental. Lo más importante fue recolocar el filtro de aire en la parte de arriba para que no entrara polvo. El equipo argentino de Kawasaki tuvo muchos problemas por esto y tenían que cambiar pistón y válvulas cada noche, y el filtro cada 180 km porque el polvo entraba por todas partes; yo sólo lo limpiaba cada noche. Tampoco tuve que cambiar el líquido de frenos en todo el Dakar”.
La preparación de la moto fue realizada por él mismo (el motor por parte de Motocross Center) y hay apartados dignos de mención, como el depósito de gasolina trasero autoportante, el cubrecárter con depósitos de agua integrados, o el frontal de fibra de vidrio-vinilo irrompible… “El chasis de Kawasaki es el mejor que hay. La moto es muy manejable, ligerísima. El año que viene a lo mejor repito… ¡pero con un motor eléctrico y el chasis de la Kawasaki!”.
MOMENTOS...
Una carrera de dos semanas de duración por Argentina, Chile y Perú es capaz de depararte lo mejor y lo peor. La epopeya panamericana entre Buenos Aires y Lima ha cubierto más de 9.000 km entre especiales y enlaces…
“El mejor recuerdo fue cruzar las dunas de Perú. El cielo totalmente azul y la inmensidad de la arena ofrece unas sensaciones únicas… Te caes mucho pero no es peligroso. La arena de las dunas es como nieve y requiere de su propia técnica para afrontarlas con éxito, cargando todo el peso detrás.
El peor fue la debacle en la etapa del desierto de Atacama. Más de 30 participantes se quedaron allí y cuando llegué todo el mundo me pedía ayuda pero yo debía reservar fuerzas y seguir adelante si quería terminar. A 50º C y sin agua (mi moto padecía sobrecalentamiento y tuve que poner gastar la del camel-bag y los depósitos auxiliares) no pude ayudar a nadie. En otra ocasión me hundí en un río al poco de comenzar la especial, pero como conocía la moto a la perfección pude arreglarla y continuar en carrera”.
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