23 años después del último campeonato del mundo de Fórmula Tourist Trophy, las F1 han vuelto a rodar en el mágico Circuito de la Montaña. Este 2013, coincidiendo con los entrenamientos del Manx Grand Prix de agosto, los organizadores del TT se han sacado de la manga un nuevo evento altamente recomendable: el Classic TT. Cuatro jornadas lúdico-deportivas con motos clásicas y veteranas de carreras como protagonistas. Cuando fui a La Isla de Man en 2008 las clásicas eran una categoría más del MGP, pero ahora tienen un evento propio específico: ¡cojonudo!
El plato fuerte fue la incursión de dos de las tres categorías que en la década de los ’80 componían el Mundial F-TT, es decir, Fórmula 1 y Fórmula 2. Una genialidad retro con un formato a 4 vueltas que algún día veré en directo. Aquí ya se está empezando a hablar de un pequeño campeonato amateur en Cataluña con estas SBK de los ’80 y principios de los ’90 para 2014, aunque todavía está en pañales.
Algunas categorías contaron con la presencia de pilotos pro del TT como John McGuinness, Bruce Anstey, Michael Dunlop o Conor Cummins. Estos últimos hicieron doblete a bordo de unas espectaculares Suzuki XR69 que me ponen muy cachondo. Por reglamento, en F1 pueden participar monturas 4T de 1.000 cc hasta 1975, de 1.300 cc hasta 1986, de 750 cc hasta 1993, bicilíndricas de 1.000 cc hasta 1993 y 750 cc 2T. Así, preciosas Kawasaki ZXR750R, Ducati 888, Yamaha OW01, Yamaha TZ750 y Honda RC-30 poblaron la parrilla.
El señor Michael Dunlop, que este año se marcó una cuádruple victoria en el TT, endosó casi 1 minuto a Cummins, además de marcarse una media de casi 200 km/h con una moto de hace 30 años… convenientemente actualizada, eso sí. Que el sobrino del legendario Joey es el puto amo de las road races actuales no lo duda nadie, pero que su Suzuki con los colores de Heron no es tan antigua como parece, también.
La XR69 original (1979-84) fue la versión de carreras de la GS1000, la abuela de la GSX-R de 1985, una joyita interesante que ganó 2 mundiales de TT-F1 (1980-81) y uno de resistencia. Roger Marshall, Graeme Crosby o Mick Grant la pilotaron en su época. Aunque no sean originales, el trabajo de John Simms para realizar estas réplicas del equipo de Steve Wheatman no tiene desperdicio: llantas Dymag de magnesio de 17 pulgadas, chasis artesanal de acero T45, motor GSX-R 1100 de aire con batería de carburatas Keihin FCR de 39 mm de los que soplan de verdad, horquilla delantera Maxton telescópica con aspecto retro, pinzas de freno Brembo monobloque de GP y alrededor de 170 CV… simplemente deliciosa.
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