Coger el coche y salir desde Madrid hacia el Circuito de Albacete a las 7:30 de la mañana, con un bocata de tortilla en la mochila y el último domingo de octubre, no tiene mucho sentido... a no ser que el motivo de tan atrevido acto sea el de poder vivir de cerca las 6 Horas, tercera y última cita del Campeonato de España de Resistencia.
Con el desayunito recién ingerido, Arturo y yo nos acreditamos gustosamente en la sala de prensa del circuito. Los chalecos de fotógrafo con que nos obsequia el responsable de prensa brillan sobremanera en nuestros jubilosos cuerpos, porque lo que se dice fotos, hicimos más bien pocas. Y no es por no querer, sino porque nos habíamos desplazado al circuito por cuenta propia y no para currar. Por supuesto, no habíamos llevado ninguna cámara reflex, por lo que nuestras digitales domésticas de 6 megapíxeles debían obrar el milagro.
Es una lástima comprobar la desolación que dominaba las gradas. Una modalidad tan espectacular e intensa como la Resistencia no es nada seguida en nuestro país... como tantas otras disciplinas, claro. Anda que si nos vieran los franceses... En 1980, la resistencia nacional se modernizó, creando la denominación TT-1 (lo que hoy es Superbikes) y TT-2 (Supersport) aunque las carreras ya existían, disputándose desde 1958 hasta 1978 en categorías de 250 y Sup.250 cc (el último año también en 500 y Sup.500 cc). El campeonato actual se viene celebrando desde 2004.
La carrera, al contrario que en otras ocasiones o cuando llega el Mundial, fue diurna, comenzando a las 11. Los 21 pilotos de la parrilla se repartían en 4 categorías (SBK, SSP, STK 1000 y STK 600). Salida tipo Le Mans como rezan los cánones, 220 vueltas para el ganador y un equipo que arrasó: el Yamaha Folch Endurance. Una verdadera institución de la resistencia en España (también han corrido en velocidad) que lleva apostando por esta modalidad desde hace 30 años: 5 victorias en las 24 Horas de Montmeló, podios en el mundial, varios campeonatos de España e infinitas victorias en España demuestran de qué pasat están hechos. Aquí, Doblete con victoria para el dúo Ribalta-Rita rodando como apisonadoras en 1’35”-1’38” durante SEIS HORAS!! Para que luego digan “los de velocidad”, malditos robots... Como no podía ser de otro modo, mi moto favorita, la Ducati 999 del equipo Red Racing tuvo que retirarse.
Con el desayunito recién ingerido, Arturo y yo nos acreditamos gustosamente en la sala de prensa del circuito. Los chalecos de fotógrafo con que nos obsequia el responsable de prensa brillan sobremanera en nuestros jubilosos cuerpos, porque lo que se dice fotos, hicimos más bien pocas. Y no es por no querer, sino porque nos habíamos desplazado al circuito por cuenta propia y no para currar. Por supuesto, no habíamos llevado ninguna cámara reflex, por lo que nuestras digitales domésticas de 6 megapíxeles debían obrar el milagro.
Es una lástima comprobar la desolación que dominaba las gradas. Una modalidad tan espectacular e intensa como la Resistencia no es nada seguida en nuestro país... como tantas otras disciplinas, claro. Anda que si nos vieran los franceses... En 1980, la resistencia nacional se modernizó, creando la denominación TT-1 (lo que hoy es Superbikes) y TT-2 (Supersport) aunque las carreras ya existían, disputándose desde 1958 hasta 1978 en categorías de 250 y Sup.250 cc (el último año también en 500 y Sup.500 cc). El campeonato actual se viene celebrando desde 2004.
La carrera, al contrario que en otras ocasiones o cuando llega el Mundial, fue diurna, comenzando a las 11. Los 21 pilotos de la parrilla se repartían en 4 categorías (SBK, SSP, STK 1000 y STK 600). Salida tipo Le Mans como rezan los cánones, 220 vueltas para el ganador y un equipo que arrasó: el Yamaha Folch Endurance. Una verdadera institución de la resistencia en España (también han corrido en velocidad) que lleva apostando por esta modalidad desde hace 30 años: 5 victorias en las 24 Horas de Montmeló, podios en el mundial, varios campeonatos de España e infinitas victorias en España demuestran de qué pasat están hechos. Aquí, Doblete con victoria para el dúo Ribalta-Rita rodando como apisonadoras en 1’35”-1’38” durante SEIS HORAS!! Para que luego digan “los de velocidad”, malditos robots... Como no podía ser de otro modo, mi moto favorita, la Ducati 999 del equipo Red Racing tuvo que retirarse.
Por supuesto, me quedo con los repostajes. Esto si es precisión y no la mamonada de la Fórmula 1: 9 segundos en cambiar las dos ruedas y 9 más para llenar el tanque. Un show, pero sólo si te fijas en el team catalán capitaneado por Josep María Folch, siempre con el crono en la mano. El resto de escuadras... a años luz.
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