19.5.12

La Kawasaki Z1 cumple 40 años: el arte de Sanctuary (2ª parte)

(> continuación) Hay puristas que prefieren tener la moto tal y como salió de fábrica, con las mismas especificaciones y, a poder ser, en estado original. Los hay que las restauran, eliminando las “huellas de la historia” y dándoles una segunda juventud que les siente de perlas. La tercera tipología es la de los inconformistas que todavía creen que su “hierro” puede ser competitivo y se empeñan en modernizarla, manteniendo  eso sí, la esencia de los ’70. Para estos últimos, la empresa japonesa AC-SANCTUARY es la meca.




Estos especialistas en preparaciones retro tienen cinco tiendas en Honshu, otra en Yokohama y la oficina central en Tokio. La serie Z de Kawasaki es el corazón del negocio, pero también hay Katanas y Hondas CB. Sanctuary se adapta a las necesidades de cada cliente, ofreciendo simplemente un mantenimiento standard, o transformando la Z en cuestión en una nueva bestia si se opta por el plan RCM (Real Complete Machine). Bajo estas siglas se encuentra la fabricación, a partir de una base de calle, de todo un compendio tecnológico artesanal que transforma la vieja Z en una naked radical. 




Garantizada durante los primeros 1.000 km, algunos de sus componentes son fabricados por ellos mismos, recurriendo a otros prestigiosos suministradores para completarla. Öhlins, OZ, Brembo o Keihin se entremezclan de manera majestuosa con los escapes de titanio 4 en 1 a medida, basculantes reforzados, radiadores de aceite extra, discos lobulados, etc.
En cuanto los motores, hay 2 niveles de intervención: Life (puesta apunto y pintura, pero de serie) y Power (¿quieres 20 CV extra?).



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