30.9.11

Mammuth: Münch en la gran pantalla (1ª parte)


Sergio (Gérard Depardieu), alias "Mamut" y empleado de un matadero, se jubila. A la hora de hacer los trámites descubre que en muchos de sus trabajos de juventud no le dieron de alta. Para recibir el dinero que le corresponde, Serge inicia un viaje hacia los lugares donde tuvo sus primeros trabajos. A bordo de su vieja motocicleta retomará el contacto con personas a las que hacía mucho que no veía, comprobando que la imagen actual difiere mucho de la que tenía de ellos.
La película, dirigida por Benoit Delepine y Gustave de Kervern denuncia las condiciones laborales y la poca esperanza que le queda a la juventud. Se acaba de estrenar en España pero fue rodada en Francia el año pasado.

No recomiendo verla porque es lamentable, aburrida, lenta, sosa y cutre pero… lo único bueno (además de la camiseta amarilla de Joël Robert que luce Depardieu en una escena) es que el protagonista realiza el “periplo de su vida” al manillar de una rara y curiosa Münch 4 1200 TTS de 1973. Es conocida por su apodo, "Mamut", aunque nunca lució tal denominación en su carrocería porque la tenía registrada una marca de bicis.
La historia de esta marca y su creador es digna de ser contada.

El ingeniero alemán Friedel Münch fundó la marca que lleva su apellido en 1966. A día de hoy sabemos que de las 478 unidades vendidas entre 1965 y 1985 (100 en EE.UU) sobreviven unas 200. Una pieza de colección que se construía bajo pedido, mediante un proceso totalmente artesanal y mantenidas por el propio Friedel. Su máxima siempre fue construir “La moto de serie más grande, fuerte y rápida del mundo”. Cualquier Münch ejemplifica a la perfección el culto al exceso, una moto mutante e hipertrofiada con la que nació el concepto de “muscle-bike” actual.

Para ello, al señor Münch no se le ocurrió otra cosa que acoplar un motor tetracilíndrico NSU de coche a un chasis tubular de moto de factura propia dando vida a un “cachotrozodemetal” de 300 kg, 4 velocidades, 85 CV a 6.500 rpm, 35 litros de gasolina, frenos de tambor, embrague en seco… y 4,5 segundos de 0-100 km/h. ¡CON DOS COJONES!
La primera Mamut se presentó en el Salón de Colonia de 1966 (un año antes ya había producido una 500 bicilíndrica) y recibió 18 pedidos: “La moto es tan fiable como un coche, tan rápida como un Porsche y tan exclusiva como un Rolls-Royce”. (+)

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