Aprovechando la presentación de la nueva Harley-Davidson XR 1200 en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, la marca americana invitó al evento al expiloto de dirt-track (o flat-track si se prefiere) Scott Parker, quien también ha participado en el desarrollo de este modelo. No en vano, la estética que envuelve a la XR 1200 bebe de la XR 750 de carreras, una máquina que ha ganado 28 de los 36 últimos campeonatos AMA (American Motorcyclist Association). El equipo de carreras de Harley-Davidson, conocido como “Wrecking Crew" es, desde 1914, el protagonista de esta emocionante disciplina.
Este piloto de Michigan de 47 años ostenta el record de títulos en lo que a competiciones de dirt-track se refiere: 9 campeonatos AMA y 94 victorias. Ya retirado y con más de 500 carreras a sus espaldas, fue el gran dominador de los circuitos ovales de tierra durante la década de los ’90, ganando todos sus títulos entre 1988 y 1998 siempre con Harley-Davidson. Con 15 años ya ganó su primer campeonato amateur en 250 cc. Además, ha vencido en todas las categorías de flat-track (media milla, milla, TT y Short Track), una especialidad que comenzó de manera oficial en 1954 con la creación del Campeonato Grand National .
La máquina con la que Scott Parker ha conseguido tan laureado palmarés posee unas siglas míticas: XR 750. Surgió de repente en el briefing de la XR 1200, y no pude permanecer indiferente. Esnifar el maravilloso olor a aceite de ricino recién calentado a la par que te deleitas con el atronador sonido de la pareja de escapes Supertrapp “racing use only” me trae recuerdos de otra época... El origen de esta bestia de 100 CV y 136 kg, capaz de alcanzar los 210 km/h al apurar sus 4 velocidades, se remonta a 1972. La compresión del motor con doble carburador Mikuni es tan alta que no se puede arrancar a empujón (por supuesto, carece de botón de arranque), sino que el mecánico acopla un arrancador en el lado izquierdo del motor para mover el cigüeñal y ponerlo en marcha. A la derecha están las dos palancas, la del freno trasero y la del cambio, porque debido a las tumbadas que siempre son a izquierdas no podrían jugar con las marchas. Actualmente, este modelo todavía se sigue fabricando para aquellos que quieran correr, pagando hasta 20.000 euros por una pata negra. En algunas pistas míticas como la de Springfield, los 18 pilotos que toman parte en la carrera pueden llegar a pasar por curva a más de 160 km/h... pero ¡cruzados y sin freno delantero! La aerodinámica también influye, llegando a ganar varios km/h al acoplarse sobre el depósito agarrando al mismo tiempo la horquilla con la mano izquierda.
Este piloto de Michigan de 47 años ostenta el record de títulos en lo que a competiciones de dirt-track se refiere: 9 campeonatos AMA y 94 victorias. Ya retirado y con más de 500 carreras a sus espaldas, fue el gran dominador de los circuitos ovales de tierra durante la década de los ’90, ganando todos sus títulos entre 1988 y 1998 siempre con Harley-Davidson. Con 15 años ya ganó su primer campeonato amateur en 250 cc. Además, ha vencido en todas las categorías de flat-track (media milla, milla, TT y Short Track), una especialidad que comenzó de manera oficial en 1954 con la creación del Campeonato Grand National .
La máquina con la que Scott Parker ha conseguido tan laureado palmarés posee unas siglas míticas: XR 750. Surgió de repente en el briefing de la XR 1200, y no pude permanecer indiferente. Esnifar el maravilloso olor a aceite de ricino recién calentado a la par que te deleitas con el atronador sonido de la pareja de escapes Supertrapp “racing use only” me trae recuerdos de otra época... El origen de esta bestia de 100 CV y 136 kg, capaz de alcanzar los 210 km/h al apurar sus 4 velocidades, se remonta a 1972. La compresión del motor con doble carburador Mikuni es tan alta que no se puede arrancar a empujón (por supuesto, carece de botón de arranque), sino que el mecánico acopla un arrancador en el lado izquierdo del motor para mover el cigüeñal y ponerlo en marcha. A la derecha están las dos palancas, la del freno trasero y la del cambio, porque debido a las tumbadas que siempre son a izquierdas no podrían jugar con las marchas. Actualmente, este modelo todavía se sigue fabricando para aquellos que quieran correr, pagando hasta 20.000 euros por una pata negra. En algunas pistas míticas como la de Springfield, los 18 pilotos que toman parte en la carrera pueden llegar a pasar por curva a más de 160 km/h... pero ¡cruzados y sin freno delantero! La aerodinámica también influye, llegando a ganar varios km/h al acoplarse sobre el depósito agarrando al mismo tiempo la horquilla con la mano izquierda.
Puro espectáculo yankee...
No hay comentarios:
Publicar un comentario