Hombre y máquina contra la colina... 170 metros de largo, pendientes de 80º, obstáculos en plena subida... sólo el 4% consigue alcanzar la cima. Dentro de los deportes extremos que se pueden practicar en moto se encuentra la espectacular modalidad del HILL-CLIMBING. Cada piloto afronta la subida en solitario, contando con varias tentativas para lograra el objetivo. Influyen el tiempo y los metros recorridos a la hora de elegir el ganador. En la mayoría de los casos, lo mejor es saltar de la moto cuando esta se encabrita en las paredes más impracticables y dejar que el engendro mecánico ruede montaña abajo destrozándose en el intento. En el mejor de los casos, una gran grúa se ocupa de recuperarla. Como en cualquier otra modalidad, también hay entrenos y el piloto puede disponer si quiere de segunda montura. Al igual que en otras modalidades off-road, también existe las competición por Naciones, realizando 5 tentativas por cada integrante del equipo.
Las máquinas para lograr la hazaña van desde motos de cross de serie, pasando por otros prototipos de construcción artesanal sin límite de preparación (a partir de 600 cc). Deben medir 1.7 m como mínimo, se puede usar NOS, varios motores y las hay de hasta 2.600 cc. Levantar surcos de más de 100 CV es lo normal. El basculante alargado y el neumático trasero son los dos elementos fundamentales en la búsqueda de la tracción máxima, y estos últimos tienen palas, cadenas, tornillos, clavos y pueden ser de coche. Casi todo vale en el Hill-Climbing...
EE.UU fue la precursora, con reglas que datan de la década de los ´20 (Harley-Davidson o Indian fueron precursoras de este deporte) y la actual referente (consta de 4 campeonatos nacionales). Cuentan con una federación específica, la NAHA (North American Hill-Climbers Association). Francia es la 2ª potencia, organizadora de carreras de Montée Impossible desde mediados de lo ’80 y con un campeonato nacional de prestigio (6 carreras) que se ha ido profesionalizando con los años. También se celebran carreras de este tipo en Estonia, Suiza, Austria, Noruega y Suecia.
Las máquinas para lograr la hazaña van desde motos de cross de serie, pasando por otros prototipos de construcción artesanal sin límite de preparación (a partir de 600 cc). Deben medir 1.7 m como mínimo, se puede usar NOS, varios motores y las hay de hasta 2.600 cc. Levantar surcos de más de 100 CV es lo normal. El basculante alargado y el neumático trasero son los dos elementos fundamentales en la búsqueda de la tracción máxima, y estos últimos tienen palas, cadenas, tornillos, clavos y pueden ser de coche. Casi todo vale en el Hill-Climbing...
EE.UU fue la precursora, con reglas que datan de la década de los ´20 (Harley-Davidson o Indian fueron precursoras de este deporte) y la actual referente (consta de 4 campeonatos nacionales). Cuentan con una federación específica, la NAHA (North American Hill-Climbers Association). Francia es la 2ª potencia, organizadora de carreras de Montée Impossible desde mediados de lo ’80 y con un campeonato nacional de prestigio (6 carreras) que se ha ido profesionalizando con los años. También se celebran carreras de este tipo en Estonia, Suiza, Austria, Noruega y Suecia.
1 comentario:
Míticas¡¡
Las viudas las llamaban.
Por cierto, ayer, echaron otra vez, Mad MaxII. Tuve que quedarme claro, el interceptor lo vale¡¡
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