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27.8.14

Bruce Anstey saca a pasear una Yamaha YZR500 en el Classic TT 2014


He de reconocer que el neozelandés Bruce Anstey es el piloto al que más admiro dentro del universo de las road races, fundamentalmente, por tres motivos: es el único no británico entre los pilotos de referencia en este tipo de carreras, a sus 45 años es un hombre récord (mejor vuelta rápida y velocidad máxima en la Isla de Man, y vuelta rápida en el Ulster GP) haciendo suya esa máxima de “la veteranía es un grado” (debutó en la Isla de Man en 1996) y, gracias a su versatilidad, es capaz de controlar cualquier tipo de moto al margen de ser un amante de las clásicas con pedigrí (no olvidemos las vueltecitas que se pegó el año pasado con una Britten V1000 en el trazado de Jurby). Con 9 victorias y 31 podios en el TT poco tiene que demostrar.


Lleva 4 temporadas corriendo con Honda, actualmente en el equipo Padgett’s, y el dueño del mismo, el señor Clive Padgett, le dejó una YZR500 de 1991 (convenientemente decorada con los colores del patrocinador, Valvoline) que guardaba en su garaje para que el kiwi se diese unas vueltas en el Classic TT. Como era de esperar, Anstey hizo valer los 150 CV y 130 kg de aquella tricampeona del mundo de 500 cc (1990, 91, 92) y se meó en los sugerentes “tractores” de 4 tiempos que corrieron con él estableciendo un nuevo récord en la categoría F1, además de convertirse en el piloto con montura 2 tiempos más rápido de la historia de la Isla mágica. Su mejor media fue de 197.95 km/h para hacer 18’16”324 (212.4 km/h con su CBR1000RR este año) batiendo el récord vigente de Ian Lougher (193,8 km/h) sobre una Honda NSR500V (135 CV para 103 kg) desde el Senior TT de 1999.


James Hillier (Kawasaki ZXR750RR) fue segundo a más de un minuto de Bruce y Russell Mountford (Suzuki XR69) cerró el podio. Michael Dunlop, ganador de la edición 2013, tuvo que retirarse al final de la segunda vuelta. Otros nombres respetables como Ryan Farqhar (Yamaha Harris) o Nick Jefferies (Honda) fueron 6º y 12º de la general respectivamente. Graeme Crosby, otro neozelandés ilustre (ganador de la carrera de F1 en 1981) entregó el trofeo a su compatriota.

Consulta todos los resultados de la carrera TT F1
 

Padgetts’s Motorcycles es uno de los nombres ilustres en el mundillo de las carreras en carretera y uno de los mejores equipos donde correr urbanas. Clive fue piloto en los ’70 y desde que montó la escudería siempre ha tenido a los mejores. Cuenta con un concesionario Honda-Yamaha-Suzuki en Batley (West Yorkshire) desde 1958. El “quinplete” de Ian Hutchinson en 2010, por ejemplo, y muchas victorias de McGuinness se han conseguido con sus monturas.


 

18.8.14

Bruce Anstey controla el Ulster Grand Prix 2014



El veterano piloto neozelandés de Honda se impuso a la armada inglesa en las primeras carreras de Superbike y Supersport aliándose con el mal tiempo, causante de la cancelación de las otras dos mangas en liza. Guy Martin y Lee Johnston fueron sus principales rivales. 

El mal tiempo ha sido el protagonista en la semana de carreras de una de las citas más importantes para los especialistas de circuitos urbanos de Irlanda, el Ulster Grand Prix, disputada en el histórico trazado de Dundrod desde 1953 (la primera edición de la carrera data de 1922). 

El viento y la lluvia obligaron a cancelar la segunda manga de las dos categorías más importantes (SBK y SSP) y el experimentado Bruce Anstey sacó una buena tajada. Con su Honda CBR se impuso a los pilotos oficiales de Suzuki Tyco, Guy Martin y William Dunlop, y a un deslucido Michel Dunlop, gran dominador del panorama urbano en los últimos dos años. Con este doblete, el “kiwi” ya atesora 9 triunfos en esta prueba, casualmente, el mismo número que el Tourist Trophy de la Isla de Man.
   
Otros pilotos como Dan Kneen (Suzuki) o Ivan Lintin (Kawasaki) se estrenaron en este tipo de competiciones al vencer en Superstock y Supertwins respectivamente. Kneen protagonizó un duelo alucinante con Dean Harrison (Kawasaki) que finalmente fue segundo ¡por una milésima! tras 5 vueltas y una interrupción de carrera por el mal tiempo: el final más apretado de la historia de esta carrera. 

Tampoco hay que olvidar que las monturas de dos tiempos siguen vivas en el UGP, pudiendo participar en las categorías Lightweight y Ultra-Lightweight junto a motos de 400 cc y Moto3 respectivamente. James Cowton (Yamaha) en la primera y Daley Mathison en la segunda (Honda) se encargaron de vencer al resto de rivales con sus GP’s.



Precisamente, en la disputa de estas carreras para el campeonato nacional Dundrod 150 el piloto galo Pierre Favre sufrió un grave accidente que le mantiene en estado crítico en el Hospital Royal Victoria de Belfast. El expiloto de GP Danny Webb también tuvo mala suerte y ha terminado con varias fracturas del UGP, pero sin riesgo por su vida. 


14.7.14

William Dunlop firma un doblete en Walderstown


El hermano de Michael ha regresado a la competición por todo lo alto tras su lesión en el Tourist Trophy. Dunlop se alzó con la victoria en las categorías Supersport y Superbike de la Walderstown Road Race (conocida como “The Race Of The South”) celebrada en Westmeath (Irlanda). El pequeño de la saga Dunlop ya suma 13 triunfos en su carrera favorita.


Tras el accidente que sufrió en la Isla de Man, William Dunlop ha vuelto a subirse en una Superbike, ganando la carrera de Walderstown, una de las clásicas citas del calendario del Nacional de Road Races irlandés. Esta prueba está organizada por el Fore Motor Cycle Racing Club’s, se viene disputando desde 1973 y su trazado se asemeja al de la North West 200, pero en pequeño (en 1988 no se corrió y el trazado actual no se modifica desde 2000). El piloto del Tyco Suzuki tuvo que verse las caras con Derek Sheils y Michael Sweeney, quienes finalmente le acompañaron en el podio. En principio el más rápido fue el propio Sweeney. También Sheils se puso al frente, liderando la prueba durante dos vueltas, aunque finalmente tuvo que desistir ante el empeño de Dunlop, que terminó anotándose la victoria por la exigua diferencia de 679 milésimas.
   
En la categoría de Supersport Derek McGee fue el primero en liderar la prueba, hasta que Dunlop ocupó su lugar. El ritmo de la misma fue tan alto, que acabó batiendo el récord del circuito hasta que cruzó la bandera a cuadros con autoridad y consiguiendo la segunda victoria del día con la GSX-R 600. McGee acabó segundo y Dan Kneen tercero. Ya en la gran final, Dunlop no podía hacerse con la victoria tras una mala salida que le costó el triplete y que sirvió en bandeja a un Dan Kneen en plena forma.



Tras las carreras Dunlop declaraba: Walderstown es mi carrera favorita del año y las dos victorias y un récord de vuelta hoy justifica no haber competido la semana pasada en la Southern 100. Me sentí muy cómodo con la 600 y lo cierto es que Derek McGee me empujó con fuerza. Creo que el récord de vuelta se rompió cuatro veces.

En cuanto al resultado en Superbike, William reconocía: No quiero poner excusas, Dan ha hecho una buena carrera, y yo me equivoqué al inicio y cometí algunos errores. Una vez a la brecha se había formado me conformé con el segundo lugar. Aunque mi tobillo está delicado ahora, creo que este es el tipo de entrenamiento que necesitaba. Las victorias en Skerries y Walderstown, me pone en una buena situación para la cita de Armoy en un par de semanas y después para el Gran Premio del Ulster. Resultados de todas las categorías de la Walderstown Road Race 2014.

26.6.14

"Road", la película de la saga Dunlop


"Nada que temer, todo que perder". Así se resume la filosofía de vida de la familia Dunlop, una de las más famosas en el mundo de las motos. "Road" es la película que recoge la historia de las dos generaciones de pilotos de esta familia, dedicada por completo a las carreras urbanas. 

Presentada en el pasado Festival de Cine de Belfast y estrenada el 11 de junio en Gran Bretaña, la película documental “Road” nos traslada al TT de la Isla de Man y nos retrata la leyenda del legendario Joey "King of the Road" Dunlop. Además, nos habla del resto de la saga Dunlop: Robert, el hermano de Joey, y de sus sobrinos, William y Michael, que continúan en la actualidad con el legado familiar.


Joey Dunlop es, hasta el momento, el mejor piloto urbano de motos de la historia: 26 victorias en el Tourist Trophy de Man, 40 podios, 78 carreras disputadas, y más de 200 victorias en diversos circuitos urbanos por todo el planeta. En el año 2000, con 48 años, murió en Estonia haciendo lo que más le gustaba: disputando una carrera urbana. Su hermano Robert también fallecido compitiendo en 2008. Pese a todo el dolor que han producido las carreras urbanas a la familia Dunlop, los hijos de Robert han seguido participando, y uno de ellos, Michael, se ha convertido en el dominador del TT de la Isla de Man en los dos últimos años.
   
La película está escrita, dirigida y producida por Diarmuid Lavery y Michael Hewitt. Cuenta con entrevistas a Michael, William, y con la narración del conocido actor británico Liam Neeson, protagonista de películas como La lista de Schindler, Star Wars: La Amenaza Fantasma o El equipo A

Aún no se sabe si ‘Road’ llegará a los cines de nuestro país. Lo haga o no, podremos disfrutar en pocos meses cuando salga en formato DVD. 

8.6.14

Michael Dunlop hace historia con BMW en el TT de la Isla de Man 2014


El piloto británico ya cuenta con 11 victorias en la carrera urbana más prestigiosa del mundo. Además, su triunfo con BMW en Senior, la cita más importante del TT, ha servido para conmemorar el 75º aniversario de la gesta de Georg Meier con la firma alemana en la misma categoría.



Superbike, Superstock, Supersport y Senior, o lo que es lo mismo, cuatro victorias de nueve posibles para el piloto más fuerte del momento en carreras por carretera: Michael Dunlop. El miércoles ya había ganado dos carreras en cuatro días, pero todavía faltaba la segunda de Supersport (con Honda) y la más prestigiosa, el Senior del viernes. Los únicos que han podido seguir su estela han sido su hermano William (Suzuki) y Bruce Anstey (Honda) en SSP, y Conor Cummins (Honda) y Guy Martin (Suzuki) en SBK. Por su parte, John McGuinness (21 victorias en el TT) se ha mantenido muy conservador en esta edición, conformándose con una victoria en Eléctricas (categoría que se disputa a una vuelta) con récord de vuelta rápida incluido.


En su octavo año de participación en el TT de la Isla de Man Michael se ha consagrado como uno de los mejores pilotos de la historia de esta carrera y, a tenor de lo visto en las dos últimas ediciones, sus rivales lo tienen muy crudo para arrebatarla la victoria. Hijo de Robert Dunlop (récord de victorias en la North West 200, 15) y sobrino de Joey Dunlop (récord de victorias en la Isla de Man, 26), Michael es ya un digno heredero del apellido más laureado en las “road races”.

 

El piloto de Ballymoney ha repetido el mismo número de victorias que el año pasado, una hazaña que consiguió por primera vez el irlandés Phillip McCallen en 1996 y que sólo ha sido superada por Ian Hutchinson en 2010 con 5 triunfos. Michael todavía tiene 25 años y visos de que pueda superar a su tio; habrá que ver cuándo. Está claro que el “cachalote” Dunlop está en racha y en la North West 200 de mayo ya avisaba mojando la oreja a su hermano William en la segunda manga de Superbike y a Michel Rutter en la segunda de Superstock.


Al margen de las “artes urbanas” y la destreza como piloto de Michael, la moto que ha pilotado Dunlop este año era un auténtico misil. El motor de su BMW S1000RR es el que Marco Melandri usó en el Mundial de Superbikes 2013, es decir, 220 CV para ir por lo pueblos. ECU, filtro y escape han sido modificados, con el mismo chasis empleado por la BMW EVO que en el Mundial SBK 2014 está pilotada por Sylvain Barrier, pero con geometría y reglajes específicos para el TT. 

29.12.13

Miguel Simó: primera “réplica” española en el Tourist Trophy



La historia del motociclismo es tan extensa y variopinta que nunca deja de sorprenderte. En este caso, hoy le toca el turno al pequeño barcelonés Miquel Simó y Sánchez, otro héroe olvidado en nuestra cultura motorista de palo. Tiene el honor de ser uno de los primeros fabricantes de motocicletas del siglo XX, un pionero que puso su apellido a los depósitos de una marca registrada en nuestro país. Además, su pasión por las dos ruedas le llevó a competir en varios Grandes Premios europeos (TT incluido) defendiendo los colores de la francesa Terrot como piloto de fábrica. 


En 1936 Miguel Simó terminó su único TT de cinco participaciones (1935-1939) y fue el primer español en conseguir la codiciada réplica de bronce del mercurio alado (tiempo no superior al 10% del marcado por el ganador). Fue en la categoría Lightweight (250 cc) con una Terrot que llevó a la meta en 12ª posición a 64,55 km/h (103,86 km/h) de media. Sólo Fernando Aranda, contemporáneo de Simó en el TT de los ’30, llegó a rodar alguna vez entre los 12 primeros (Antonio Maeso, el último español en correr el TT, posee 11 estatuillas, todas logradas antes de su grave accidente en la edición 2013). Fuera de la Isla de Man, Miguel firmó un segundo en el GP de Montjuich, 3º en el GP de Bélgica y 2º en Assen en 1934 (primer año de su carrera deportiva). Un año después venció en la categoría 350 de la “montaña mágica”. 


Pisar una estancia como la del Museo de la Moto de Barcelona siempre es respetable, pero observar la exquisita restauración realizada sobre la unidad de la moto Simó cedida por la propia familia del fallecido genio, no tiene precio. Además del prototipo monocilíndrico de velocidad, una vitrina alberga las botas, chaqueta, casco y protecciones que usó en el Tourist Trophy de la Isla de Man un fatídico 12 de junio de 1939

“Mi inseparable Terrot funcionaba bien ese día y pensé que haría un buen tiempo, así que paré unos segundos a desinflar un poco los neumáticos debido a la lluvia. El piloto de delante de mí se cayó y, desgraciadamente, yo fui detrás. Después supe que la caída de aquel piloto dejó restos de aceite en la pista que con el agua de la lluvia no pude ver y me hizo estampar el poste de cemento. El casco me salvó la vida”.


Miquel sobrevivió al accidente que le mantuvo en una cama del Hospital de Douglas durante 4 meses. Vivió 71 años (1906-1977) pero los últimos 38 tuvo que ayudarse de muletas para poder andar. 

Al margen del apartado deportivo, con 15 años y siendo estudiante en la Escuela Industrial de Barcelona, Simó fabricó su primera moto (la que está expuesta en el museo). Impulsada por un monocilíndrico de 2 tiempos y 148 cc ganó en el peraltado circuito de Terramar (Sitges) en 1924. También participó en la Vuelta a Cataluña del mismo año y en la famosa subida a la Rabassada. Tras encontrar el apoyo y los recursos económicos suficientes logró fabricar su primera moto de calle en 1927 y, después, obtuvo el beneplácito del general Primo de Ribera para fabricar 25 unidades más para el Gobierno: 


“Leí en un periódico que existían subvenciones gubernamentales para las nuevas industrias y no dudé en plantarme en Madrid con mi moto. Después de hacerme volver una y otra vez, me encontré en el Ministerio de Guerra con el general Primo de Rivera, quien me encargó 25 unidades a 2.500 pesetas cada una. Así es como de 1929 a 1932 fui productor civil con los modelos de 148 y 250 cc".

26.10.13

Entrevista: Antonio Maeso


Es un honor charlar con el único piloto español que atesora 11 réplicas de bronce y 6 participaciones en la carrera urbana más prestigiosa del mundo: el Tourist Trophy de la Isla de Man. Su grave accidente en la edición de este año le impedirá volver a competir. 

Este ingeniero de bancos de pruebas lleva corriendo en moto toda su vida. Nos conocemos desde hace tiempo y hasta hemos coincidido en algunas presentaciones en los últimos años. Curiosamente, Antonio es la única persona que también disfrutó de una Malanca roja a principios de los ’80, la misma moto italiana infantil de 50 cc que mi padre me regaló con 5 años y que todavía conservo con orgullo. 

Nacido en Madrid pero almeriense de adopción, Antonio Maeso cumplió su sueño de participar en el TT en 2007, justo el año del centenario de la carrera. Desde entonces quedó enganchado a las carreras en carretera, una droga que casi le cuesta la vida. Hasta entonces, varios campeonatos regionales y copas monomarca adornaban sus estanterías, sin olvidar el récord mundial de velocidad 24 Horas en el óvalo de Nardò (Italia)

En 2012 participó en 6 de las 7 categorías del TT: Supersport (con una R6 cedida por un aficionado gallego), SBK y Senior (BMW S1000RR), Superstock (KTM RC8R), Zero (GSXR-Agni) y Lightweight (Kawasaki ER-6). En total, cubrió más de 2.500 km de competición callejera a medias cercanas a los 200 km/h en un esfuerzo sin precedentes y, sobre todo, teniendo en cuenta los escasos medios con los que contaba. En dos ocasiones pudo finalizar en el top20.


-¿Cómo fue el accidente? 
Encaraba la última parte de la zona de la montaña cuando erré en la trazada de la curva Black Hut impactando con mi rodilla de manera brutal contra el muro del interior de la curva, en quinta a 250 km/h. Inmediatamente me vi desviado de la trayectoria y, cuando el impacto con la montaña parecía inviable, milagrosamente evité el choque con la misma yéndome por la hierba y rozando el bordillo y la montaña. El milagro no había acabado, entonces pude ver la pierna colgando de la moto a la vez que sentía un dolor estremecedor mientras reducía la velocidad y pensaba cómo detenerme sin caerme al suelo y destrozar la pierna. Conseguí hacerlo apoyándome en la pierna derecha, aunque todavía tuve que sufrir un poco más hasta que los Marshall de Verandah se percataron de que no chillaba de rabia por haber roto motor sino de dolor sin nisiquiera poder abrirme la visera. 

-¿De qué manera seguirás ligado al mundo de la moto a partir de ahora? 
Pues pasaré a ser un ciudadano más que, simplemente, disfruta deslizándose suavemente sobre dos ruedas por este mundo. Además, seguiré con la fabricación de bancos de potencia como he venido haciendo hasta ahora. Que pueda estar vinculado a proyectos deportivos o periodísticos relacionados con la competición y el mundo de la moto dependerá de terceras personas y siempre estaré encantado de poder poner mi experiencia y conocimientos al servicio del uso y disfrute de los demás. 

-¿Por qué te picó el gusanillo del TT? 
El TT es la esencia de las carreras. Es la auténtica velocidad en estado puro y el contacto con el medio físico y el circuito más grandioso que existe en el planeta. Es como un Gran Premio de La Bañeza multiplicado por 10 en todo, algo así como otra galaxia en cuanto a carreras de velocidad urbanas. El poder participar en ellas es simplemente algo que no puedes rechazar cuando te gustan las motos y los desafíos de máximo nivel. A mí se me presentó esa oportunidad e intenté dar lo máximo de mí para conseguir un resultado digno de un piloto español entre tanto especialista inglés. 


-¿Qué es lo más fuerte de correr en el TT? 
Aceptar el compromiso de que estás jugando constantemente con fuego y en el filo de una navaja: error cero. Probablemente, si te equivocas una sola vez no podrás volver a contarlo. 

-¿Tu mejor recuerdo de estas 6 participaciones? 
Cuando terminé mi primera carrera de la Isla de Man, de seis vueltas en la prueba de Superbike de 2007. Para mí fue un logro histórico y una meta personal irrepetible. También, un par de años más tarde, cuando sobrepasé las 120 millas por hora de media (193 km/h), ya que encontré que por fin me había adaptado a la alta velocidad y empezaba realmente a disfrutar del tremendo circuito de 60 km. 

-¿Cómo es el ambiente de esta carrera? 
Respetuoso, entendido, seguidor fiel de los pilotos y entusiasta de la moto en su más profunda definición.


-Tu tramo favorito y el que menos te gusta del Mountain Course 
En general me gusta todo, pero me desagrada el tramo que va desde Sulby hasta Ramsey. Es una zona tan tremendamente bacheada que necesitas tener brazos de piloto de supercross para aguantar las sacudidas de la moto si quieres mantener el gas enchufado a 250 entre auténticos socavones y baches imposibles de negociar. 

-¿Cuál ha sido tu fuente de financiación en estos años de participación en el TT? 
He tenido algunos pequeños sponsors aunque en los inicios básicamente fui yo el que costeé todo los gastos. En estos dos últimos años he tenido la suerte de contar con cientos de aficionados que han hecho su pequeña aportación para ir en la bandera española que con mucho orgullo he paseado por la isla.


-Como está prohibido competir con licencia española, ¿con cuál corriste? 
Está prohibido porque así lo dice un decreto que emitió la Federación Española tras la muerte de Santiago Herrero en 1970. Yo participo con licencia británica desde el primer TT y no he tenido ningún problema, aunque es una lástima no poder haberlo hecho con la de mi país. 

-¿Dónde preparaste las motos? 
En el garaje de la casa de mi madre, como he hecho toda la vida. 

-¿Las SBK bicilíndricas están en desventaja frente a las tetracilíndricas japonesas?
Normalmente las bicilíndricas han estado por detrás en potencia, y cuando no ha sido así, han estado por detrás en fiabilidad. El circuito de la isla requiere de esos dos factores al máximo nivel así es que por eso que casi nunca se ven bicilíndricos en los puestos de cabeza. Yo, sin embargo, logré ser el primer piloto en la historia que cruza la meta con una KTM (RC8R). 

-¿Cuánto dinero se mueve en el TT? 
El otro día leí que la isla ingresa unos 20 millones de libras por cada evento, y los premios oscilan entre los 30.000 € que puede cobrar el ganador hasta los 150 € que cobra el 30º clasificado. Para ganar necesitas una moto de 100.000 € y que te den esos premios tampoco termina de resolver el asunto si eres un privado. Creo que el espectáculo y el riesgo que proporcionan y adoptan los pilotos del TT les hacen merecedores de cualquier tipo de premio que tuviera la carrera por muy alto que fuera.


-¿Qué es necesario para estar en el top10 de la clasificación del TT?
Lo primero que hay que tener es la técnica necesaria para saber manejar una superbike a esas velocidades increíbles por unas carreteras tan deslizantes y con tantos peligros. Después tienes que aceptar el compromiso de rodar en ese filo de la navaja con las consecuencias que en cualquier momento ello puede traer, y tercero debes de manejar un material oficial del campeonato británico o del mundial SBK, ya que las motos que ganan allí tienen un nivel de preparación muy alto. 

-¿Cómo es correr con una moto eléctrica comparado con una convencional? 
En 2009 participé en el primer TT eléctrico que a la postre fue la primera carrera de motos eléctricas de velocidad de la historia. Aquella participación no fue nada exitosa ya que la moto era un escultor eléctrico alemán que ni siquiera arrancó en la salida, pero yo intenté todo lo que pude, clasifiqué la moto para la carrera y estuve haciendo historia como primer español que competía con un tipo de moto totalmente diferente al los motores de toda la vida. Más tarde, en 2010, participé en la final mundial del TTX en Albacete con el equipo tork india. En 2012, con el mismo equipo, también participé en el TT de la isla de Man con unos prometedores entrenamientos y parte de la primera vuelta hasta que uno de los motores estalló y fue la única carrera que no pude terminar en aquella edición 2012. 

En general, la conducción de las motos eléctricas me recuerda mucho a mi etapa de competición con scooters, en los que te dedicabas a dar gas y mantener un buen paso por curva. El resto es tener en cuenta que no hay freno motor y que no escucharás ningún ruido salvo el aire rozando tu carenado y tu casco. Es una sensación nueva muy bonita y además, como es competición, genera adrenalina y es divertido.


-Los pilotos anglosajones, realmente, ¿tienen ventaja frente al resto? 
Los pilotos ingleses viven desde muy pequeños las carreras urbanas y conocen perfectamente los entresijos de las mismas y las características. Luego está el problema de que los pilotos y internacionales que vamos a correr allí lo solemos hacer a una o dos pruebas y esto hace que nuestro período de aprendizaje se alargue en los años. 

-¿Cómo son Michael Dunlop, Guy Martin o John McGuinness? ¿Quién es para ti el mejor “urban racer” del momento? 
John es un piloto muy fino y a la vez salvaje si tenemos en cuenta que su conducción se basa en no cortar nunca el gas donde otros si lo hacen, y esto lo consigue a base de aguantar mucho la moto con los brazos y de una trazada muy precisa y limpia lo cual consigue tras muchos años de aprendizaje del circuito y su habilidad especial para la alta velocidad. Además, su estilo de conducción saliéndose poco de la moto le otorga una mejor aerodinámica y control de movimientos a alta velocidad y en un circuito tan bacheando como el de la isla. En general es el piloto que mejor reúne las características de un road racer.

Guy Martin es un gran piloto tanto en carreras de carretera como en circuito, pero le falta algo, quizás consistencia, para terminar ganando las grandes carreras. Ahora se dedica mucho al mundo del espectáculo pues es una persona que cae bien y hacer reír a la gente y eso puede ser que le separe un poco de sus objetivos en la pista.

Michael Dunlop es el auténtico prototipo de piloto nacido y educado para las carreras de carretera en el más amplio sentido de la palabra. Da el 100 × 100 y conoce todo lo que hay que saber para ganar carreras en aquellas carreteras. El único pero que le pongo es que juega demasiado, más que nadie, con el límite, y eso quizás algún día, Dios no quiera, le pueda jugar una mala pasada.


-¿Los neumáticos en una carrera urbana influyen tanto como en uno permanente? ¿Cuáles son los mejores?
Los neumáticos influyen mucho con cualquier competición de motocicletas. Ahora mismo hay sólo dos marcas que fabrican las ruedas especiales para correr en carretera, que básicamente, llevan la banda central más dura para poder aguantar la altísima velocidad en recta». «Decir cuál es el mejor es difícil porque va por años dependiendo de los compuestos, pero normalmente es Dunlop quien suele estar un pequeño paso por delante. 

-¿En qué otras carreras urbanas has participado?
He participado dos veces en la North West 200 y es un auténtico evento de masas por aquellos lares. Mueve muchísimas personas el ambiente es tremendo y la competitividad en pista del más alto nivel. La dificultad se aproxima más a las necesidades de un piloto de circuito corto que a la exigencia físico mental y de riesgo que entraña, sin embargo, el circuito de la Isla de Man. 

-El dorsal 34, ¿es por Kevin Schwantz? 
Sí, es por el piloto americano que me hizo llorar de emoción con sus carreras, derrapadas, forma y filosofía de montar en moto a la cual siempre quise imitar.

13.7.13

Joey Dunlop y el hundimiento del Tornamona


Viendo un DVD de 5 euros que me compré cuando tuve que ir a currar al Salón EICMA de Milán titulado “100 Momentos de Oro del TT”, recordé una situación dantesca que gira en torno a la mejor carrera de motos del mundo. Básicamente va de tres pilotos irlandeses, cinco motos, un pesquero hundido y el Tourist Trophy de la Isla de Man. Otra anecdótica historia que envuelve el "misticismo" del gran Joey Dunlop. Un dato curioso tan cojonudo como la pinta de cerveza en plena carrera de Charlie Williams tras un fallo mecánico, con reanudación posterior y vuelta rápida tres años antes.



El 26 de mayo de 1985 los pilotos Brian Reid, Robert Dunlop y su hermano Joey zarparon con trece tripulantes más con destino a la Isla de Man para disputar una nueva edición el TT. Poco después, debido al estado del mar, el pesquero MFV Tornamona que alquilaron golpeó con las rocas al entrar al Lago Strangford, en el embravecido mar de Irlanda del Norte. Las grietas provocadas por las rocas en el casco de madera fueron imposibles de taponar. La tripulación fue rescatada pero el barco se hundió en pocos minutos... llevándose las cinco motos de carreras. Acto seguido comenzó una operación de rescate con final feliz para salvar todo el material de competición.



Afortunadamente, todas las motos eran de 2 tiempos, mucho más fáciles y rápidas de reparar en caso de “ahogo” que una 4T. Las pata negra de Honda con las que Joey correría en las categorías gordas iban en otro barco… 

En esa edición, ya con las motos secas, Joey Dunlop consiguió el primero de sus tres “hat-tricks” ganando Junior, Formula 1 y Senior. Actualmente el Tornamona continúa descomponiéndose en el fondo marino, un lugar de visita obligada para los amantes del submarinismo-motero. Los tres pilotos que se encontraban en él en su último viaje acumularon 36 victorias en el Circuito de la Montaña.

9.6.13

90 años de Sidecar en el Tourist Trophy



A Freddie Dixon y Walter Perry no les conoce ni dios, pero fueron los primeros en ganar una carrera de sidecares en la Isla de Man. En 1923, a lomos de una Douglas, sentaron las bases de las carreras a dúo urbanas estableciendo una media de 85.5 km/h. Los sides llegaron al Tourist Trophy de Man 16 años después de la primera carrera de motos y participaron dos años más, pero la falta de inscritos les relegó al olvido hasta 1954 cuando regresaron para correr en la variante corta de Clypse (17,2 km)


A pesar de ese lapso de tiempo de casi 30 años, el Tourist Trophy 2013 ha celebrado un desfile de sidecares para conmemorar el 90º aniversario de la llegada de la categoría de tres ruedas a la isla, en el que se dejaron ver algunos de los grandes de la especialidad con sus máquinas de leyenda: Florian Camathias, Fritz Scheidegger, Eric Oliver, Stan Dibben, Siggi Schauzu o Jock Taylor, por ejemplo.



El héroe local Dave Molyneux, con una ex Steve Webster 500 cc Windle Yamaha, ocupó, por supuesto, un lugar preeminente en el desfile. Molyneux no es sólo el piloto con mayor número de victorias en la categoría de Sidecar (16), sino que ocupa el tercer puesto absoluto en el ranking de victorias en el TT por detrás de Joey Dunlop (26) y John McGuiness (20). Para la ocasión, el héroe local volvió a reunirse con Karl Ellison, su copiloto entre 1991-1993. Moly no ha ganado este año, aunque es un asiduo al podio. Compite desde 1985 y su primera victoria data de 1999. Ostenta el récord de carrera (58’59”28) desde 2009.



La época de oro de los Sides en Man tuvo lugar entre 1954 y 1976, cuando la prueba fue puntuable para el mundial. Las dos mangas de carrera de instauraron en 1976 y desde 1960 corren en el mismo Circuito de la Montaña que las motos. Actualmente dan 3 vueltas y los mejores tardan menos de 1 hora en completarlas con 19 minutos altos para la vuelta rápida. Teniendo en cuenta que sólo se puede participar con sides F2 (motor Superstock de 600 cc detrás de la dirección, chasis tubular de acero y suspensión tipo Earles) los tiempos son muy respetables, con poco más de 2 minutos frente a motos con 40 CV más y 50 kg menos (la vuelta rápida en Superstock 1000 fue de 17’31.180 para Gary Johnson). Los sides de 1.000 cc se abolieron en 1990… eran demasiado rápidos. 



Esta categoría del TT (al igual que el mundial, la única categoría original disputada ininterrumpidamente desde 1949) pasa desapercibida para la mayoría de los aficionados y es una pena. Si dejamos el offroad a un lado, junto a las carreras en carretera y la resistencia son la modalidad más auténtica y respetable que existe. El valor y arrojo de los copilotos me parece admirable, similar al ambiente del habitáculo de un coche de rallyes, pero a ras de suelo y jugándote la vida sin una jaula de seguridad, claro… La gente que completa las parrillas de todo el mundo está hecha de una pasta especial, una pasta no mediática, claro, que espero les dure mucho tiempo.




10.6.12

Norton, la Isla de Man y el Tourist Trophy (1987-1994)

(> continuación) En 1992, el irlandés Steve Hislop hizo historia al conseguir la última victoria de una Norton en competición. Fue en la categoría Senior del TT, la más importante, frente a Carl Fogarty y su veloz Yamaha OW01 Loctite por sólo 4,4 segundos de diferencia.





Norton no ganaba nada desde 1973, cuando Peter Williams cruzó la meta primero en la categoría F750 frente a Jack Findlay (Suzuki), sobre una Norton monocasco. 19 años después de aquello, Norton, en pleno declive y con acuciantes problemas económicos (cerraría dos años después), firmó una de las gestas más recordadas de la Isla de Man.




Aquella Norton NRS 588 carecía del apoyo de la tabacalera John Player Special que durante tantos años les había mantenido. Abandonó la preciosa decoración negra en pos del blanco, sin guardabarros delantero y con una triste publi de Abus junto a pequeños patrocinadores técnicos. Pero Barry Symmonds (técnico y antiguo “boss” de Honda Britain), Ron Williams (chasis) y David Mcdonald (dueño de Norton) creyeron en el milagro.




La NRS ya estaba refrigerada por agua (un cambio introducido en 1989) y disponía de 147 CV a 10.000 rpm, chasis Spondon, dos carburadores Keihin de 37 mm, horquilla WP, llantas/discos PVM, pinzas AP y 144 kg en seco. Curiosamente, además del amortiguador Koni ubicado en la parte superior de la moto, contaba con un segundo amortiguador (sin muelle) en el basculante para minimizar “los vicios” del Wankel. Y es que, al cortar gas en un rotativo, el motor sigue girando irregularmente, levantando y hundiendo el amortiguador trasero con la consiguiente inestabilidad de la moto.




Otra peculiaridad que siempre tuvieron las 588 de esta primera etapa fue su curioso “eyector de escape”. Crighton concibió un sistema de refrigeración del motor consistente en un conducto que iba desde la zona central del motor hasta el silencioso. Gracias al efecto Venturi, la velocidad de salida de los gases de escape creaba una depresión que se trasladaba a la parte trasera del motor y que, unida a la sobrepresión aerodinámica en la parte delantera del mismo, creaba un desequilibrio que impulsaba la corriente de aire por todo el motor para refrigerarlo eficazmente.




Aquella moto se transformó en mito nada más darse el banderazo y significó el culmen de 5 años de trabajo magistral iniciado por el gran “técnico rotativo” Brian Crighton y el mago de los chasis Ron Williams en la primigenia RC 588 de 1987 (135 CV y 131 kg).




El banquero sudafricano Phillipe LeRoux compró la marca en 1986 y de no ser por él, nada de esto hubiese pasado. Que en la década de los ’80 la policía emplease Norton rotativas alargó la vida de la marca y sirvió de base para crear el departamento de competición.





Robert Dunlop, Trevor Nation o Steve Spray ya asustaron a los japoneses en 1989 y 1990, logrando el Nacional de Superbike y Supercup británicos batiendo récords en todos los circuitos del calendario. Los podios en el TT se sucedieron y los éxitos en otras carreras urbanas como el Ulster GP vaticinaban lo mejor. Los más de 300 km/h de la “bestia negra” intimidaban. Además, Ron “Rocket” Haslam pilotó una Norton rotativa en el GP del Reino Unido en 1991 (12º). Una gran época.